Llevo más de dos semanas esperando la visa para poder ir a Burundi y como por arte de magia, mis papeles nunca llegaron a la capital. No han podido ser verificados y no me han dado el permiso de entrada al país, así que, no podré ir .
Esta demora me ha hecho pensar en todas esas personas que esperan que les concedan una visa, una tarjeta de residencia o los documentos para poder pedir asilo.
Esta espera ha hecho que estuviera unos días con la incertidumbre de cuándo me iba a ir, de cómo iba a modificar el planning del viaje y alguna cosilla más sin importancia.
En Burundi iba a ir a visitar a las hermanas y conocer más de cerca la situación en la que se encuentra el país.
Ahora que sé que no iré ya puedo planificar mi viaje de otra manera. Ésto no me ha supuesto ningún tipo de problema, pienso que habrá otra ocasión para ir.
Pero volviendo a mi reflexión anterior, me vienen muchas preguntas a la mente: ¿qué pasa con toda la gente que está amenaza en su país, que huye a otro y se encuentra en tierra de nadie?, ¿con los que viven desde hace años en un país que no es el suyo, que han de volver a pedir el visado y no se lo dan?, ¿o con aquellos que no pueden pasar una frontera?…
También me viene a la cabeza Haití. Este verano vimos de primera mano la injusticia de fallecer en una frontera.
También pienso en nuestro país ¿cuántas devoluciones en caliente hay en la valla de Melilla?
¿Somos las personas un simple papel con un número ante los organismos públicos y/o privados? Pues si hablamos de números hay 3,5 millones de solicitantes de asilo en el mundo. Más de 70.000 migrantes llegaron a Grecia por mar o tierra en 2019. En Estados Unidos se han otorgado un 25% menos de visas en el 2019. Existen 70,8 millones de personas desplazadas a la fuerza en el mundo. Hay 41,3 millones de desplazados internos. 3,9 millones de personas apátridas. 25,9 millones de refugiados,…
Nosotros no pensamos que sólo seamos números, sino que detrás de cada dato hay millones de personas con familias que están pasando una situación horrible. Gente que ha perdido todo o gente que quiere encontrar un futuro mejor.
Para terminar voy a citar las palabras que Rozalen ha escrito en su post tras la vuelta de su viaje a Chad.
» Pero he comprendido que el flujo migratorio es imparable, como incontrolables son las fuerzas de la naturaleza y siempre habrá un país que acoja aunque sea de los más pobres del mundo y siempre es el Pueblo, el que salva al Pueblo». Rozalen.

Gracias, Paloma. Mil gracias… Por saber sacar siempre lo positivo, por enseñarnos a mirar de otra manera, por hacernos reflexionar a raíz de «una espera» y verlo con alegría y con empatía… como una oportunidad para crecer y pensar en los demás.
Hoy es día de Fiesta para la Congregación de Hnas. Disfruta en Rilima, será una gran Fiesta!!
Un fuerte abrazo,
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Gracias Paloma. Ayer escribía sobre esto. ‘Están a la puerta y llaman… son hermanos’ Gracias. Quiero ser de ese pueblo que acoge, de ese pueblo que espera, de ese pueblo que acompaña… Mi riqueza no es lo que guardo sino lo que comparto, se multiplica al darla a aquel que la necesita para vivir en dignidad. Gracias por tus palabras… Me uno a tu espera pero no parado o quieto sino en movimiento, buscando, proponiendo, siendo activo en un cambio por la justicia. Tú lo estás haciendo y viviendo en Rwanda… Burundi puede esperar, iremos, compartiremos y nos implicaremos. Como dices ahora toca Rwanda, adelante. Un abrazo fuerte.
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Muchas veces no somos conscientes de todas esas situaciones hasta que podemos aproximarnos una milésima parte a ellas. Yo tb me uno a esa espera en movimiento. Ánimo paloma y gracias por invitarnos a reflexionar contigo!
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Palomika se que eres perfectamente consciente de que has ido en «misión». Y el saberte enviada te permite estar disfrutando de ese PRESENTE, sintiendo la MANO que te conduce y conduce los acontecimientos.
Estamos contigo. Feliz dia y feliz noche, en esta significativa jornada bon las hermanas de Rilima.
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