El miércoles es el día que van al centro de salud las mamás que tienen niños malnutridos y hoy he ido a visitarlas.
Cuando vinimos los voluntarios en el año 2018 vimos junto con las hermanas la necesidad de hacer un proyecto para mejorar esta situación de desnutridos.
Y esa idea que se hilvanó aquel verano y a la que Nieves y Natalia dieron forma de proyecto, hoy está dando sus primeros frutos.
Cómo sabéis el proyecto se presentó al colegio de médicos de Alicante y fue el proyecto premiado.
Ahora se está poniendo en marcha. Es un proyecto donde se recibe a las madres de esos niños y pasan el día en el centro. Preparan la comida juntas,les dan la papilla a los niños y hacen varias tareas como ocuparse del huerto, mantener las instalaciones limpias y recogidas y también reciben charlas de formación nutricional e higiene.
Las encargadas del programa pesan y miden a los niños cada semana para ver su evolución.
Esta mañana he ido al centro cómo os decía antes y les he preguntado cómo estaban, como se llamaban los niños y les he dicho si podía hacerles algunas fotos.
Para romper el hielo nos hemos hecho un par de selfies y les ha encantado verse.
Tal vez sea su primera foto para muchas de ellas.
Aunque en la foto tengo una gran sonrisa me costaba sacarla porque la situación de ver a esos pequeños no era nada alegre.
¿Cómo puede pasar esto en pleno siglo XXI? Hay comida de sobra en el mundo. Seguro que hoy habéis tirado algo de comida a la basura.
Esas miradas de los niños se me han quedado clavadas sin poder expresar todo lo que siento. Es injusto que en una parte del mundo haya tanto y en otra tan poco o tan mal repartido.
Son realidades diferentes. Es verdad que no tenemos una varita mágica para acabar con este problema y que gente como nosotros que creemos que otro mundo es posible tal vez nos tilden de utópicos pero yo digo que la utopía nos ayuda a caminar.
Y nuestros primeros pasos son este pequeño proyecto.
Cómo buenos Pochistas. Con poco mucho.

Ánimo Palo!! Tenemos que tener más utopías y caminar, caminar, caminar….
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No es fácil la realidad pero es la que queremos cambiar. Es ahí, con proyectos como el que describes, con voluntad de cambio, con horizonte claro de un mundo más justo, fraterno y en paz como podemos poner nuestro poco… Gracias por empujar, por proponer, por sugerir preguntas. Cambiemos las situación de esas familias, niños, madres… y sobre todo nuestro corazón para recuperar la conciencia y trabajar por la justicia, aunque sea desde lo poco o en lo pequeño.
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